Cuando estamos rotos y no vemos ninguna salida, podemos ponernos manos a la acción con la técnica Kintsugi
Hace 5 siglos surgió en Japón el Kintsugi, que
La técnica del Kintsugi es la de convertir una pieza rota de cerámica en un objeto más bello y lujoso gracias a repararla con mucha delicadeza y paciencia.
En la pieza dañada, en vez de disimular las líneas de rotura, las muestra con orgullo, señalándolas con oro o plata, dándoles todo el protagonismo a las miradas que se acercan. Y curiosamente, las piezas renacen a una nueva vida más brillante, iluminada, valiosa y creativa.
El Kintsugi también es aplicable a nuestra vida
Quiérete y déjate querer
El Kintsugi nos enseña a ser conscientes de nuestros «pedazos rotos», o lo que es lo mismo, nuestros daños psicológicos debidos a «caídas, golpes o pérdidas» que nos han dejado una huella profunda.
Tal y como en el Kintsugi el proceso de secado es un factor determinante ya que la resina tarda semanas a veces meses en endurecerse, nosotrxs tendremos que regalarnos todo el tiempo necesario para resurgir como el ave fenix, con nuestras cicatrices interiores reparadas.
No hay recomposición ni resurgimiento sin paciencia y dedicación
Recoge las piezas de tu alma herida
Identifica cada «pedazo» que duele: acepta lo ocurrido, detecta los síntomas que te produce el recuerdo, relájate, respira.
Perdona o perdónate
Intenta comprender las causas de lo ocurrido y busca aliados entre tus personas de confianza.
Elige el mejor plan para reconstruir la herida
Comienza a recomponer la pieza con positividad. Visualízate en un futuro no lejano llenx de optimismo. Ahora cuesta creerlo, pero ¡llegará tu momento!
Permítete las recaídas
No es sencillo encajar cada pieza de manera perfecta desde el primer momento. Pero no desesperes y sigue intentándolo. Recuerda que en el Kintsugi la paciencia y el trato delicado es la mejor opción para que el acabado sea muy bello. Con cada fallo cometido aprenderás más y el final del camino será más brillante.
Mímate y cuídate
Realiza todas las medidas o acciones necesarias para sentirte bien, así como en el Kintsugi eliges el mejor polvo de oro o plata para ir delicadamente aplicándolo en cada surco.
¡Lo has conseguido!
Con tiempo, dedicación y delicadeza, habrás resurgido en una persona más fuerte, más sabia y con un mayor brillo en tus ojos. Disfruta del resultado.
Emplea mucho amor cuando te mires y te cuídate con dedicación y paciencia. Todo lleva su tiempo, pero, merece la pena reencontrarte con tu mejor yo