Una máxima: optimización del día a día
Esta generación nacida entre 1981 y 1995 tiene un especial interés en la optimización de sus recursos y de su tiempo y tienes que saber que tienen muy claro cuales son sus intereses y prioridades.
Paso 1: ¿Cómo está el Mercado? – Cómo poner un salón de belleza
Lo primero que tenemos que hacer es ver cómo se posiciona «La belleza» en el mercado. ¿Será que si montamos un salón de belleza tendremos clientes interesados en visitarnos?
¡OJO!
No te asustes, no tienes que hacer un estudio del mercado como las grandes empresas ¡Aún no! solo te invito a hechar un vistazo a ver si a simple vista tu negocio es imposible de dar frutos.
Como siempre digo, es casi imposible que alguien venda aires acondicionados en el Polo Norte. No perdamos tiempo es algo obvio ¡No venderemos!
Así que aquí lo que haremos no es nada profundo ni complicado ¡Solo estimar el % de éxito!
Según el INE (Instituto nacional de estadística) nos dice que el gasto medio de los hogares españalos en 2019, destinados al cuidado personal, es decir «Peluquerías y establecimientos de estética» era de media 400€ anuales.
Lamentablemente no hay datos actualizados del 2020, supongo que debido al covid esta media habrá descendido.
Lo cierto es que cada días las personas (mucho más las mujeres) invierten mucho dinero en su apariencia física, algo que deberíamos aprovechar los emprendedores.
Por ahora podríamos decir que este negocio es rentable. Pero como en todas partes no es igual. Puede que existan lugares dónde este negocio no sea rentable.
Por eso nuestro consejo en este primer paso es:Estudia el mercado en el lugar específico dónde vas a montar tu salón de belleza. Puede que en una localidad de tu país sea muy conveniente, pero resulta que dónde tu quieres montar tu negocio ¡No!
Puedes hacer encuesta en tu localidad. Aprovecha de preguntar cuántas veces van a la peluquería, cuántas veces se hacen las uñas, cuánto invierten en maquillaje, etc.
Aquí lo importante es saber cuántas personas serían posibles visitantes de tu salón de belleza y cuánto estarían dispuestos a gastar.
Si a nadie en esa localidad le interesa invertir en belleza ¡Olvídalo! es más fácil que vayas a otra localidad a montar tu salón de belleza. Pues es necesario tener un público que necesite nuestros producto y esté dispuesto a pagar por él.
Las estadísticas en cuanto a belleza a nivel general son muy buenas ¡Es hora de estudiar más especifico en tu localidad!
Algunas preguntas que te pueden Ayudar a responder cómo montar un salón de belleza:
- ¿Cuántas veces al mes/año va a la peluquería?
- ¿Va con frecuencia a hacerse las uñas? ¿Cuántas veces?
- ¿Cuántas veces se maquilla en un salón de belleza?
- ¿Qué tendría que tener un salón de belleza para que usted lo visite?
- ¿No le gusta algo de los salones de belleza?
- ¿Qué le impide visitar un salón de belleza?
- ¿Está interesada en algún tipo de tratamiento para su cabello?
- ¿Cuántas veces al mes/año se hace un manicure y/o pericure?
Como veraz son preguntas que nos da a conocer qué tan frecuente necesitan las personas nuestros servicios. Además las preguntas 4,5 y 6 son una plataforma para comenzar a montar nuestro salón de belleza ¡Así consideraremos qué colocar o qué quitar!
Así que Paso 1, toma una hoja y papel (o un computador), y sal a la calle a conocer a tu público ¡Evita ser uno de tantos negocios que cierran en menos de un mes por no realizar un buen estudio!
Antes de Continuar: Un Consejo para los que ya han Iniciado su Negocio…
Existen dos tipos de emprendedores. Los que emprenden algo que le gusta hacer, e incluso trabajarán en su negocio, y los que sólo les gusta estar al frente y gestionar.
Los dos son buenos, sin embargo este paso es importante para ti aunque no tengas en mente ponerte a secar cabello, maquillar, etc. ¿A qué me refiero?
A que el equipo que trabaja en tu salón de belleza debe ser capacitado para ser «Los mejores» haciendo lo que vayan hacer.
A lo mejor cuentas con un equipo de profesionales totalmente capacitados. Sin embargo no olvides que nadie «Se las sabe toda». Por eso es importante que evalúes a tus empleados y refuerces lo que tengas que reforzar.
Si conoces algún salón de belleza que tenga mucho éxito, dirígete a él y ve que de bueno puedes sacar. A lo mejor tengan técnicas diferentes y modos de trabajo muy efectivos que ni tú ni tus empleados conocen ¡La mayoría de ellos estarán dispuestos a enseñarte a cambio de un pago!
Te puedes obviar esto..
No hay problema si no quieres invertir en esto. Pero lo mencionó porque recuerda que queremos responder a la pregunta ¿ Cómo poner un salón de belleza de éxito? ¡Mientras más conozcamos e invirtamos en conocimientos mejor!
Motiva a tus Empleados…
Motiva a tus empleados y a ti mismo a conocer cosas nuevas. Pueden organizar un día y ver juntos las nuevas tendencia en cuanto a belleza ¡Un nuevo peinado en otro país que poco se ve en tu localidad! ¡Innovaciones en cuanto a decoración de uñas! ¡Nuevos tratamientos capilares!…
Esto no solo les enseñará algo nuevo, sino que podrán hacer algo nuevo y diferente a la competencia ¡Algo muy importante y valioso para sobrevivir en el mercado!
¿Ahora qué sigue…?
Hasta aquí llegó nuestra primera parte de cómo poner un salón de belleza. El tema es muy interesante y algo extenso para abordarlo solo en un artículo.
Además un salón de belleza tiene muchas áreas (maquillaje, peluquería, uñas, etc.). Por lo que es importante estudiar cada una por separado, así podrás comenzar tu salón de belleza con una de ellas y luego a medida que vayas creciendo puedes agregar más.
En la continuación aprenderemos muchas cosas, entre ellas los siguientes puntos o pasos (por cada área):
- 2-Una herramienta necesaria para montar nuestro negocio
- 3-¿Cómo no ser un salón de belleza común y corriente?
- 4-Hay que conseguir el cliente perfecto ¿Quién es? ¿Cómo llegar a él?
- 5-Más que un cliente ¡Un amigo! ¡Un hermano! ¡Un hijo!…
- 6-Obteniendo ingresos de varias fuente ¡Ver más allá de lo obvio!
- 7-Necesito recursos fuera de lo común.
- 8-¡Qué haré cuando llegue la hora de poner manos a la obra!
- 9-¿Quién es mi socio?
- 10-Preparándome para sobrevivir económicamente.